Síndrome de Lima. Definición, origen y más.

Origen del Síndrome de Lima

Se le denomina síndrome de lima al fenómeno  en donde los secuestradores/ladrones generan una especie de amistad  con sus rehenes. Es llamado así debido al secuestro realizado en la propiedad del embajador japonés en Lima (Perú) por algunos terroristas. Luego de varios días, los ladrones decidieron liberar a un gran porcentaje de los rehenes y tomaron esta decisión por la simpatía que tomaron entre uno y otro.

En otras palabras, el síndrome de lima se podría decir que es una enfermedad mental en la cual existe un estado psicológico que se compara con el síndrome de Estocolmo. Pero la diferencia que es que en el síndrome de Estocolmo, el cautivo se identifica con su captor y empieza a tener una “amistad”.

¿Cómo se genera el síndrome de Lima?

Hay muchas razones donde se puede suponer que esto pueda suceder. Primero puede ser porque uno o más de los secuestradores no están de acuerdo con las ideas o plan de los demás, o porque no se puede herir a otras personas inocentes.

Como segunda opción puede ser que el ladrón piensa que él no tiene la demasiada fuerza para poder tener a una pobre persona que no tiene nada que ver encerrada en un sitio o puede ser que el mismo obedezca a las órdenes de un determinado líder pero el ladrón está en contra de estas.

Debido a que estas personas son las que se encargan de prestar atención, llevarles comida  o atender por heridas a los rehenes, es por esto que pueden tener un mayor porcentaje de desarrollar un vínculo y preocupación.

En otras ocasiones, el síndrome de lima y el de Estocolmo pueden ir juntos, si es que se dan las condiciones como que los dos (el rehén y el secuestrador) tengan sentimientos mutuos. El síndrome de Estocolmo resumiéndolo consiste en que el rehén tenga sentimientos para su secuestrador y que no se quiera separar de él. Una investigación hecha por la FBI en EE.UU dice que de 4500 víctimas de secuestro, el 27% de ellas sufre este síndrome.

¿Cómo se manifiesta el síndrome de Lima?

Sea por cualquier motivo, la verdad es que el captor trata de una manera positiva y buena a su rehén y se preocupa por él, para que su lugar sea lo menos desagradable. Muchas veces puede actuar como si no estuviera limitando la libertad del otro individuo.

Algunos ejemplos de comportamientos que los secuestradores hacen usualmente para que su víctima se sienta lo más cómoda posible son traerle comida bien preparada y que sea nutritiva al lugar donde la tenga, preocuparse por su salud, entre otras cosas para que vea que él está atento a sus necesidades.